martes, 18 de octubre de 2016

CÓMO COMENZÓ TODO. PRIMERA CONSULTA EN REPRODUCCIÓN ASISTIDA EN LA SEGURIDAD SOCIAL


Como os comentaba el otro día, unos tres meses antes de la boda decidimos apuntarnos a reproducción asistida por la Seguridad Social. Según habíamos leído, había aproximadamente un año de lista de espera en Granada para la primera visita, así que como estábamos inmersas en todo el lío de la boda, la espera se nos haría más llevadera.

En febrero fuimos a nuestro médico de cabecera que no nos dio demasiada información y nos derivó directamente al ginecólogo del hospital. Unas semanas después nos llegó una carta con la fecha de la siguiente cita y cuando llegó el día nos plantamos en la consulta con un montón de nervios y sin saber muy bien a qué íbamos.

El médico nos preguntó que para qué estábamos allí y cuando le contamos que queríamos ser madres, prácticamente nos dijo que allí no era, que bajáramos a pedir otra cita y que él no nos podía dar ninguna información. Así que, bastante desanimadas y con más dudas si cabe que antes, pedimos una nueva cita y nos fuimos a desayunar. Por lo menos teníamos la sensación de que esta vez sí sabían lo que queríamos y que la próxima vez que nos llamaran al menos entraríamos en el proceso.



Recuerdo que mientras tomábamos café hablábamos de cuánto tendríamos que esperar, cuándo llegaría esa llamada y recuerdo que le pregunté a R ¿y si nos llaman muy pronto? ¿qué hacemos? a lo que me respondió: Ya nos hemos decidido, así que cuando tenga que ser, que sea.

Muchos pensaréis que estoy loca por no querer que nos llamen demasiado pronto, y tenéis razón, porque sabemos que ésto no es llegar y besar el santo, pero por un momento me invadió el miedo, las dudas de si seré una buena madre y de si éste es el momento perfecto.

Y bueno, así se quedó todo. Las semanas iban pasando, y la verdad es que ni pensábamos demasiado en el tema del embarazo. Cada día había que preparar más cosas de la boda y eso ocupaba todo nuestro tiempo y nuestros pensamientos.

Hasta que a finales de mayo recibo una llamada; me dicen que me llaman de reproducción asistida del hospital porque han abierto las listas y que han llegado a nosotras. ¿Queeeeeeee? ¿dónde está mi año de espera?, no sabía ni qué decir, me dejó totalmente en shock y cuando al fin pude reaccionar, le dije que me casaba en un mes, que no esperaba que me llamaran tan pronto. Según la amabilísima mujer, al ser todavía "jóvenes" hemos subido puestos en la lista y por eso nos llegó tan pronto la llamada. Me dijo que podíamos esperar a volver de la luna de miel si queríamos, pero que también podíamos empezar a hacernos las pruebas para ir adelantando el proceso.

Mientras aquella señora me hablaba, en mi mente, no me preguntéis por qué, yo me veía bajando del avión, después de la luna de miel, y viendo cómo, en la pista de aterrizaje, había una chica esperándonos con un bebé en brazos que nos entregaba según pisábamos tierra. Os podéis imaginar que lo que sentí en ese momento no era miedo, era TERROR.Cuando me pude tranquilizar un poco, le dije a la señora que seguía sin parar de hablar al otro lado del teléfono, que prefería estar tranquila estos meses, y esperar a la vuelta. Así que me dio un número para que llamara para pedir la cita cuando estuviéramos preparadas. Según me contó, en Agosto cerraban, por lo que la cita me la darían seguramente para Septiembre.

Colgué, recuperé el aliento y llamé a R que se quedó tan estupefacta como yo, pero consiguió tranquilizarme y hacerme volver a la realidad y es que, por mucho que queramos correr, un embarazo tarda al menos 9 meses, así que no, el bebé no nos estaba esperando cuando llegamos de la luna de miel.

¿pero...tardará mucho en llegar?



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